La movilidad laboral y la ampliación de la unidad familiar están llevando a muchas familias que ya habían comprado su casa a buscar otra en alquiler y arrendar la que tenían en propiedad. Tanto es así, que el casado e hipotecado es el nuevo perfil del inquilino en España.
Es la conclusión de un estudio de Alquiler Seguro, presentado en el marco del Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA 2014). «El alquiler se afianza como una buena opción para familias estables y solventes que necesitan ganar en flexibilidad», aseguran desde la empresa.
Son familias estables y solventes que necesitan ganar en flexibilidadConcretamente, el perfil del arrendador en 2014 es el de un hombre joven, de unos 30 años, con un contrato indefinido, que está pagando una hipoteca y está casado. Además, el estudio concreta que la mayoría de estos inquilinos trabaja en el sector servicios, como administrativo, y cuenta con una antigüedad en su puesto de trabajo de dos años y medio.
Además, el estudio indica que uno de los factores más importantes para la selección de vivienda es la cercanía al puesto de trabajo, y precisa que el inquilino necesita 24 días para encontrar piso, lo hace a través de Internet y dedica para ello poco más de una hora semanal a la búsqueda de la vivienda.
Al hacer una selección previa por Internet, el arrendatario tipo necesita menos de dos visitas para decidirse, mientras que el tiempo medio de estancia del inquilino en el mismo inmueble es de poco menos de dos años.
Cuidado con los inversores internacionales
Por otra parte, el consejero delegado de Alquiler Seguro, Antonio Carroza, ha llamado al Gobierno a «regular y controlar» la entrada de fondos internacionales en el sector inmobiliario español y, al mismo tiempo, canalizar e incentivar la inversión nacional.
En su opinión hay que ser «cautelosos» con la llegada de estos fondos, porque no suelen permanecer en los mercados más de 36 meses y suelen buscar rentabilidades muy altas. Con la oleada de fondos internacionales, avisa, el mercado inmobiliario español podría enfrentarse a una «segunda burbuja fomentada por un aumento de la liquidez, dada la política expansiva de la Reserva Federal», de la que beben estos fondos.